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Las generaciones de la semiótica - Coggle Diagram
Las generaciones de la semiótica
La corriente psicológica abordó las comunicaciones sociales centrándose en las personas y los individuos, sus experiencias estéticas, su valoración de los mensajes, las imágenes que de sí mismos se forjan los sujetos ante el es- pejo mediático
Desde que empezaron los estudios científicos de las comunicaciones sociales en el siglo XX, se vio una necesidad de ir más allá de los estudios teóricos.
Los enfoques psicológicos se centraron en el análisis de la naturaleza y del sentido de la comunicación.
Los recorridos teóricos que se han desarrolladoa lo largo de la historia de esta disciplina, se suelen clasificar en tres etapas.
Semiótica de primera generación: Tuvo su origen en el año 1950, con los estudios de la semiología donde los enfoques fueron eminentemente lingüísticos en la línea de la tradición saussuriana.
Se encontraron los problemas comunicativos que consistían en hallar y descomponer los elementos constitutivos de cada texto o discurso.
La semiótica asumió un perfil más definido en la década de 1960 con la aparición del estructuralismo.
Esta versión de la semiótica asumió el postulado según el cual todo lector es un decodificador y el mensaje una obra.
Roland Barthes, quien es uno de los exponentes más grandes de esta semiótica, sostiene que toda obra es un fragmento de una sustancia que tiene un cuerpo y ocupa un espacio, lleva en sí misma un significado y es fruto de una tarea de producción.
El estructuralismo es un método de análisis que permite introducir un orden explicativo en un conjunto o serie de fenómenos aparentemente desconectados entre sí.
La idea de estructura puede remitir a uno de estos dos significados: como un sistema de relaciones y operacional.
El estructuralismo fue posible buscar la estructura de cualquier fenómeno, y por esta razón se formó la expresión análisis estructural. La semiótica de esta generación se remiten a este sistema, el cual tuvo detenciones al momento de encontrar la significación de los objetos, pero permitió la búsqueda más allá de lo verbal.
Semiótica de segunda generación
Comienza a partir de los años 1970 con una búsqueda que sufrió un vuelta hacia nuevas posturas teóricas y metodológicas.
La semiótica postestructuralista, se abrió camino a medida que fueron desapareciendo los modelos teóricos dominantes que pretendían acaparar la totalidad de las explicaciones.
En semiótica se revisaron las formas en que se relacionaban los signos, los individuos o actores y las redes sociales.
En esta semiótica encontramos diversos pensadores que se interesaron por el análisis de textos concretos de los lenguajes lo que permitió concepciones teóricas diversificadas.
Gracias a esto, encontramos el deconstruccionismo que tuvo en la figura a J.Derrida, su agente principal.
Este pensador propuso que al estudiar un determinado texto, era necesario descentralizarlo, apartarse de sus símbolos centrales para así, reconstruirlo en temas que hayan sido marginados.
Las teorías semióticas de segunda generación reelaboraron su base conceptual, asumiendo otros referentes.
Semiótica de tercera generación
Comienza a mediados de 1980 donde vemos aparecer un nuevo escenario semiótico, más complejo aún.
Ahora se plantean dos nuevos problemas: a nivel empírico y textual.
Se abrió la semiótica al cognoscitivismo de otras disciplinas que ayudaron a redefinir algunos núcleos centrales de la indagación sobre los sujetos de la comunicación.
Se instaló un nuevo paradigma, pero con un enfoque plural: el interaccionismo.
Conexión de la semiótica con otras disciplinas.
Aparecieron varias escuelas para fomentar el estudio de esta semiótica
La llamada “escuela de Costanza” aportó fecundas reflexiones, lo mismo que las teorías de interacción social estudiada por la escuela de Palo Alto; la Escuela de Birmingham que analizó las relaciones procedimentales de los diálogos y la estructura de sus léxicos; la Escuela de Ginebra que propuso una tipología de los intercambios entre actores de diferentes
A su vez, toda la corriente de la semiótica social o sociosemiótica concedió un nuevo espacio al estudio de los contextos.
Ahora la semiótica considera al lector o como un interlocutor que el texto halla delante de sí.
Diversas disciplinas contribuyen a definir contenidos y métodos semióticos: la sociedad lingüística, la psicología social, la so- ciología cognitiva, la kinésica y proxémica, los estudios etnográficos.
La hermenéutica
Sus máximos exponentes fueron el filósofo alemán Gadamer H. y el francés P. Ricoeur.
Esta corriente analizó los factores que intervienen en la interpretación de los lenguajes y de los mensajes.
En sí, analiza al factor humano.
P. Ricoeur por su parte, habla de la mutua interdependencia que se establece entre las explicaciones de los fenómenos y la comprensión de los mismos, creando, de esa manera, el “círculo hermenéutico".
Las teorías del lector implícito
Incluyen autores como J.Lotman, Iser, Booth, Chatman que afirman la hipótesis de que el verdadero lector de un texto no es el individuo concreto, sino una instancia simbólica que se activa al interior del texto.
Como texto comprende cualquier producción audiovisual y mediática.
El nuevo problema que estas semióticas debían enfrentar era el funcionamiento del texto.
A nivel metodológico surge la noción de contrato, para aludir al pacto enunciativo que interviene como lazo de unión simbólica entre el autor y el lector del texto.
En América Latina ambas corrientes deja- ron sentir su influjo en los estudios de la comunicación. Consideramos pertinentes a esas líneas algunos trabajos de Orozco Guillermo (México), J. Martín Barbero (Colombia), Oscar Steimberg, entre otros.