frente a la tecnología y en su rol d ciudadano digital requiere: fortalecer su autonomía, formación continua, adoptar la profesión como un diálogo en el que la función de tutor y acompañante de aprendizaje sea cada vez más común. Y concebirse a sí mismo y a su área de impacto como un aula abierta, un lugar sin espacio y sin tiempo, donde la investigación permanente y la construcción crítica de conocimiento como formas de autonomía y de auto acceso son sus herramientas más sólidas y, a la vez, dinámicas de aproximación a la realidad que se construye con la ciudadanía digital.