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NUEVO ROL DOCENTE: ¿QUE MODELO DE FORMACIÓN, PARA QUE MODELO EDUCATIVO? -…
NUEVO ROL DOCENTE: ¿QUE MODELO DE FORMACIÓN, PARA QUE MODELO EDUCATIVO?
INTRODUCCIÓN
No hay respuesta única por varias razones; la propia gran diversidad de contextos y situaciones entre regiones, países y dentro de un mismo país, haciendo difícil la generalización y a la vez separación usual entre "país en desarrollo" y "países desarrollados"
Todo lo cual pone en jaque la tendencia dominante, tanto a nivel internacional como nacional, a formular diagnósticos y recomendaciones de política educativa uniformes, para el "mundo en desarrollo" o para todo el país;el paso, en definitiva, "de la hipótesis a la prescripción".
Con el término docentes nos referimos a los educadores que trabajan en el sistema escolar.
Abordamos la cuestión de la formación docente dentro del concepto de aprendizaje permanente. Entendiendo que los saberes y competencias docentes son resultado no sólo de su formación profesional sino de aprendizajes realizados a lo largo y ancho de la vida, dentro y fuera de la escuela, y en el ejercicio mismo de la docencia.
“Nuevo rol docente” y nuevo modelo de formación docente
El “docente deseado” o el “docente eficaz” es caracterizado como un sujeto polivalente, profesional competente, agente de cambio, practicante reflexivo, profesor investigador, intelectual crítico e intelectual transformador que:
trabaja y aprende en equipo
investiga
participa, junto con sus colegas
toma iniciativas en la puesta en marcha y desarrollo de ideas y proyectos innovadores
desarrolla una pedagogía activa
reflexiona críticamente sobre su papel y su práctica pedagógica
comprende la cultura y la realidad locales
asume un compromiso ético
ejerce su criterio profesional
detecta oportunamente problemas
interpreta y aplica un currículo
desarrolla y ayuda a sus alumnos a desarrollar los conocimientos
provoca y facilita aprendizajes
desarrolla y ayuda a sus alumnos a desarrollar
domina los saberes
impulsa actividades educativas más allá de la institución escolar
se acepta como “aprendiz permanente”
se abre a la incorporación y al manejo de las nuevas tecnologías
responde a los deseos de los padres respecto a los resultados educacionales
es percibido por los alumnos a la vez como un amigo y un modelo
Ordenar el campo, levantar preguntas y construir la problemática, en general y en cada caso, parece esencial antes de intentar responder al para qué, qué, quiénes,
cómo, cuándo y costos de la formación docente.
La necesidad de un nuevo rol docente ocupa un lugar destacado en la retórica educativa actual, sobre todo de cara al siglo XXI y a la construcción de una nueva
educación.
La propia definición del “docente deseado” y la “escuela deseada” continúa siendo tarea abierta y desafío de cada país y cada comunidad concreta.
La situación actual: políticas y reformas educativas en los 90
las políticas y medidas que vienen tomándose en los últimos años de cara al “problema docente”, tanto a nivel global como nacional, están lejos de responder a la complejidad y la urgencia de la situación.
más bien, están contribuyendo a reforzar algunas de las tendencias más negativas hacia la desprofesionalización del magisterio.
Dicha desprofesionalización tiene que ver no únicamente con condiciones materiales, sino con un proceso gradual de “desposesión simbólica”
en materia de políticas dirigidas a los docentes, los gobiernos en los países en desarrollo están frecuentemente atrapados entre dos fuerzas que tiran en sentidos opuestos: las recomendaciones de los organismos internacionales de crédito, y los reclamos de los sindicatos docentes.
Los múltiples escenarios del aprendizaje docente: más allá de la formación docente y más allá del docente como agente escolar
Admitir la multiplicidad y la complejidad de competencias requeridas por el buen docente el enorme rezago de su
formación y la acelerada producción de nuevo conocimiento y el avance de las tecnologías, supone admitir la necesidad del aprendizaje permanente -concepto más amplio y abarcativo que el de educación permanente- como una realidad y una condición esencial de la docencia.
Partir de la biografía escolar del docente y asumir la reforma del sistema escolar como parte de la estrategia de formación docente
Transformar el sistema escolar es entonces condición de la propia reforma de la formación docente y de la calidad docente, en tanto:
la internalización de un modelo curricular y pedagógico obsoleto, que deja huellas difíciles de borrar en el futuro docente, y que es el referente en el que se configura el sentido común y la valoración de lo educativo por parte de los padres de familia y la sociedad en general
el menor costo y mayor beneficio que implica reformar el sistema escolar que invertir posteriormente en una formación docente dedicada a compensar los déficits de una mala enseñanza primaria y secundaria
la deficiente educación general con que llegan los futuros
docentes a su formación profesional, convirtiendo a ésta en una educación compensatoria y remedial
aprender a enseñar debería ser parte del currículo escolar, considerando el valor formativo y reflexivo de la enseñanza, el papel de educador(a) que toda persona asume en sus relaciones familiares y sociales, y la ampliación prevista de esta función en la sociedad del futuro.
Asumir las múltiples identidades de los docentes
Los docentes no son sólo docentes: son hombres y mujeres, hijos, padres y madres de familia, (ex)alumnos, trabajadores, agentes comunitarios, vecinos, consumidores, televidentes,
ciudadanos.
La “formación docente” ha tendido a fijar al docente en un único papel -el papel docente- y en un único escenario -la institución escolar- limitando incluso las posibles variantes en torno a estos dos ejes (formación dentro o fuera de la escuela, pero siempre dentro del sistema escolar; formación individual o en equipo, pero siempre entre docentes; etc.).
Reconocer la centralidad del aprendizaje docente
La posibilidad de una renovación escolar profunda, centrada en los aprendizajes pasa en primer lugar por docentes que sean “líderes del aprendizaje”
Es necesario asimismo problematizar la esperada relación directa entre formación docente y rendimiento escolar, en la que se fundamentan hoy las propuestas de incrementos salariales y estímulos a los docentes, basada en una incomprensión del aprendizaje en general, y de los vínculos entre aprendizaje docente y aprendizaje de los alumnos en particular.
Las condiciones, la especificidad y la heterogeneidad de los “países en desarrollo”
Los salarios, en la mayoría de países, han llegado a ser
equiparables a los de un trabajador manual sin calificación, mal valorado y mal remunerado.
Un estudio encargado por UNESCO y UNICEF en 1994 sobre las condiciones de la enseñanza primaria en 14 países en desarrollo revelaba entre otros:
países en los que 60% de los docentes sólo ha completado la escuela primaria y 20% a 30% no tiene formación para la docencia
a mayoría enseña entre 5 y 6 horas por día, a menudo en dos y tres turnos
alta inestabilidad del personal docente
aulas que ni siquiera tienen una pizarra, una mesa y una silla para el docente
el tamaño promedio de la clase en el primer grado va de 25 a 112 alumnos
El “docente real” que está enseñando en las aulas de los países en desarrollo - producto histórico de decisiones y políticas concretas- está muy lejos del listado del “docente deseado”.
el listado de “competencias docentes”, de por sí amplio, viene a agregarse a un listado también grande de tareas asistenciales que hoy en día son parte de la función de casi cualquier docente en el sector público, resultado de la creciente presión puesta sobre la institución escolar.
Un nuevo modelo de formación docente para un nuevo docente
Tanto a nivel de contenidos como de enfoques, métodos, valores y actitudes, debe existir coherencia entre lo que los educadores aprenden y lo que se les pide que enseñen en las aulas.
Recuperar la práctica como espacio privilegiado de formación y reflexión
La práctica pedagógica es el espacio más importante, permanente y efectivo de formación docente, como lo advierten los propios docentes
Ubicar (y remover) los puntos de partida
Resolver la tensión y recorrer el tramo entre el punto de llegada y el punto de partida y definir las estrategias necesarias para recorrerlo, requiere la participación activa tanto de quien aprende como de quien enseña.
Articular formación inicial y en servicio
Se ha dicho repetidamente que formación inicial y en servicio deben ser vistas como parte de un mismo proceso, superando la tradicional separación entre una y otra.
Un sistema unificado, pero diversificado, de formación docent
es preciso diversificar la formación docente - oferentes, modalidades, contenidos, pedagogías, tecnologías- para responder a los perfiles y posibilidades de cada contexto buscando al mismo tiempo la unidad y coherencia de la formación docente como un sistema.
Visión estratégica y estrategia de largo plazo
Formar recursos humanos es inversión y tarea de largo plazo, que exige esfuerzos sistemáticos y sostenidos.
“Formación” más que “entrenamiento”:
éste es el sentido de términos como educación o formación,
como diferentes a capacitación o entrenamiento.
Los docentes como sujetos, no como beneficiarios
El diseño de políticas, planes y programas de formación docente requiere la participación activa de los docentes y sus organizaciones
No basta con formación docente: La necesidad de un enfoque sistémico y un paquete integral de medidas
la docencia continua siendo percibida como una opción transitoria y de segunda, la formación docente continuara siendo una extensión de la mala escuela una inversión inútil y una tarea de nunca acabar
La formación docente no puede encargarse de manera aislada, sino como parte de un paquete de medidas dirigidas a revitalizar la profesión docente y en el arco de cambios sustantivos en la organización y la cultura escolar en amplio sentido