“En un determinado momento, a edad temprana, hacia los dos años, las líneas de desarrollo del pensamiento y el lenguaje, hasta entonces ajenas una a la otra, se encuentran y coinciden, dando comienzo a una forma totalmente nueva de comportamiento, exclusivamente humana”
La intersección de la inteligencia práctica (sensoriomotora) preverbal y del lenguaje preintelectual, tiene lugar cuando alrededor de los dos años el niño empieza a nombrar las cosas. Aquí el niño pequeño empieza a reconocer la “significancia funcional” del lenguaje, pero trata las palabras como etiquetas para los objetos y no como símbolos propiamente dichos.