EL DESCANSO: Un buen colchón al final es salud. Así de sencillo. Mientras dormimos, en nuestro cuerpo ocurren un sinfín de procesos reparadores que mejoran los procesos de memoria y aprendizaje, fortalecen las defensas ante enfermedades, disminuyen nuestra tensión arterial y relajan músculos y articulaciones. Además, el sueño disminuye el gasto energético y ese ahorro lo utiliza el cuerpo en funciones reparadoras internas relacionadas con el metabolismo, la regeneración ocular o el aumento del flujo sanguíneo cutáneo, eliminando las toxinas acumuladas en la piel.
-