Por último, las células principales de la porción distal de los túbulos colectores son impermeables al agua, cuando el nivel de ADH es muy bajo. Por ende, el líquido tubular se diluye cada vez más, a medida que circula por los túbulos. Cuando el líquido tubular llega a la pelvis renal, su concentración puede haber descendido hasta 65-70 mOsm/L, es decir, que puede ser hasta cuatro veces más diluido que el plasma o el filtrado glomerular.
(Tortora & Derrickson, 2013)