Please enable JavaScript.
Coggle requires JavaScript to display documents.
Obligaciones mutuas - Coggle Diagram
Obligaciones mutuas
Cada uno tiene
responsabilidades
Las dos personas que unen su interés en la vida tendrán distintas características y responsabilidades individuales.
Responsabilidad de
La esposa
Debe preguntarse
¿Es ésta la norma de la verdadera femineidad?
¿Cómo haré para que mi influencia sea como la de Cristo en mi hogar?
Ha de respetar a su marido.
Pero
Es un error imaginarse que en todo debe hacer con ciega devoción exactamente como dice su esposo.
Tener en cuenta lo que Dios le dijo a Eva en el jardín del Eden.
Y que por haberse separado de su esposo fue la primera en pecar.
Esto pasa a todas las Evas modernas, que por querer alcanzar algo más elevado descienden ellas mismas a un nivel más bajo.
El esposo
Debe hacer saber a su esposa que valora su trabajo.
Amarla y apreciarla como a ninugno.
Y no atropellar el propósito principal del matrimonio.
Debe procurar comprender las palabras de Cristo, no en forma unilateral, espaciándose simplemente en la sujeción de la esposa a su marido, sino considerando a la luz de la cruz del Calvario su propia posición en el círculo de la familia
Ambos deberían de vestirse pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañas de misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de tolerancia.
Efesios 5:23
Esta orden involucra tanto a la mujer como al varón, no solamente a un bando.
Error de los esposos
Es el entender mal el mandato de Cristo al decir que la mujer debe de someterse al hombre.
En palabras de Ellen White
Muchos maridos no leen más allá que “estad sujetas,” pero debemos leer la conclusión de la orden, que es: “Como conviene en el Señor.
Es que no desean ni quieren estar dispuestos a renunciar a su voluntad u opinión.
Es tratar temas en los cuales se sabe que no se llegará a un acuerdo.
Lo que Dios quiere
Que la esposa recuerde siempre el temor y la gloria de Dios.
Y la sumisión completa debe hacerse en el Señor Jesucristo.
Y así ambos arreglarán sus dificultades matrimoniales de la mejor manera porque ya han sometido su corazón a Cristo.
Es que primero el esposo se someta a él.
Si este así no lo hiciera
El marido no puede ejercer el dominio como jefe del hogar.
Si ambos tuvieran el espíritu de Cristo la comprensión mejoraría. Habría una mutua tolerancia ya que cada uno dominaría su genio, sus palabras, etc.