La política fiscal expansiva se lleva a cabo en situaciones de decrecimiento económico y cuando hay altos niveles de paro, el Gobierno tendrá que aplicar una política fiscal expansiva para aumentar el gasto agregado y se debe aplicar solo cuando el país está en una recesión y para contrarrestar está, pero no en exceso ya que puede provocar un aumento del déficit público por ende una mayor inflación y como consecuencia un aumento en el precio de los productos, mientras que una política fiscal contractiva se da Cuando existe una situación inflacionista provocada por un exceso de demanda agregada. En este caso sería necesaria una aplicación de política fiscal restrictiva, procediendo de forma contraria para reducir el gasto agregado.
Por otro lado, la política monetaria expansiva consiste en aumentar la cantidad de dinero en el país para estimular la inversión y con ello, reducir el desempleo y conseguir crecimiento económico. Su uso suele provocar inflación y se debe aplicar en crisis para reactivar la economía, es decir conseguir mayor crecimiento económico y reducir el desempleo, pero no en exceso ya que puede provocar una inflación, mientras que la política monetaria contractiva se debe aplicar cuando los precios de los productos estén subiendo mucho por la inflación ya que con esta política contractiva se requiere reducir los precios, pero es perjudicial para el PIB y el empleo, ya que la economía del país no cuenta con mucho dinero para contratar empleados