Podemos afirmar que el positivismo hasta cierto punto se encuentra vigente, primero, por el límite que representa la determinación procesal de si un hecho que demuestra la peligrosidad del sujeto es o no constitutivo de delito; y en segundo lugar, por la cuantía de la pena determinada judicialmente. En cuanto a lo que concierne a la tradición positivista, actualmente sigue teniendo amplia vigencia en algunos contextos, esta se fundamenta en la aplicación a los fenómenos sociales, en general, y al comportamiento humano en particular, los instrumentos y técnicas que se estipulan como fundamentales y eficaces para el estudio del mundo físico.