Horkheimer estudia las diferencias y similitudes respecto al pronóstico en las ciencias naturales y en las sociales, y constata que en los procesos sociales las predicciones son más imperfectas porque no son únicamente el resultado de la libertad humana, sino que más bien son resultantes del ciego actuar de fuerzas antagónicas. Del mismo modo, subraya la tarea de medición, anotación, descripción, explicación y predicción de estos procesos sociales, que están insertos en las estructuras sociales, de manera que si éstas cambian hacia un nivel más alto de seguridad, por lo que expone que «cuanto más la vida social pierde el carácter del ciego acontecer natural y la sociedad toma medidas que la lleven a constituirse como sujeto racional, con tanta mayor certeza se pueden también reducir los procesos sociales». Lo que lleva a deducir que la predicción no está en función del perfeccionamiento de los métodos y de la sagacidad de los sociólogos, sino que más bien la predicción depende de los cambios estructurales de las propias sociedades. En el vocabulario sociológico existen conceptos como estructura, función, sistema o acción, que pese a la importancia que se les otorga en el quehacer analítico, se observan que hay semánticamente debilidades del lenguaje sociológico cuando se comparan teorías o modelos sociológicos en la realidad a la que se aplican.