A partir de 1980, se inicia una nueva etapa de profundización y generalización de la crisis del sector primario que se manifiesta en el estancamiento productivo de actividades que hasta entonces habían experimentado un dinamismo económico. En 1980-1982, los productos como el sorgo, el cártamo, el ajonjolí, la cebada, la avena forrajera, el algodón y el jitomate, vieron disminuidos, en diverso grado, su superficie cultivada, sus volúmenes de producción y su consumo nacional per cápita.