Ahora que hemos visto en qué consiste básicamente una sesión típica de psicodrama, veamos en qué principios se fundamenta, cuál es la filosofía que hay tras ella. Para ello, en primer lugar debemos partir del concepto de catarsis, explicado en primer lugar por el filósofo Aristóteles, como un fenómeno por el cual la persona se entiende mejor a sí misma después de haber experimentado una obra que representa una serie de hechos. Esto era muy aplicable a las dramatizaciones teatrales, en las que casi siempre había un punto culminante que buscaba despertar emociones intensas en los espectadores y ofrecer un desenlace que representase un proceso de liberación emocional.
Para Jacob Levy Moreno, la idea en la que se basaba el potencial terapéutico del psicodrama era que permitía hacer que la catarsis pasase de ser secundaria, experimentada por el espectador, a ser una catarsis activa, experimentada por protagonistas de dramatizaciones.