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BASES ANATÓMICAS PARA EL APRENDIZAJE DE LA DANZA - Coggle Diagram
BASES ANATÓMICAS PARA EL APRENDIZAJE DE LA DANZA
La danza es el Arte de la Expresión por el movimiento, y si queremos entenderla científicamente, también debemos indagar sobre cómo puede el cuerpo humano ser capaz de moverse como lo hace cuando «danza».
Especialmente para profesionales, pero para cualquier estudiante de danza, es fundamental conocer cómo funciona su cuerpo, y moverlo buscando la armonía y evitando crispaciones, tensiones, y posturas incorrectas que puedan dificultar el movimiento o generar incluso problemas físicos y lesiones.
FUNDAMENTOS DEL MOVIMIENTO
El primer aspecto importante que un bailarín debe conocer es la composición básica del instrumento que maneja, su cuerpo. Y dentro de los muchos componentes destacamos:
Los huesos
En la mayoría de los huesos ocurre que sobre una matriz cartilaginosa se va formando hueso, es lo que se llama osificación.
Las articulaciones
Son la unión de dos o más huesos para permitir y controlar el movimiento.
Los músculos
Son nuestro tejido capaz de contraerse y por lo tanto de acercar o alejar dos huesos articulados, lo que produce el movimiento.
Los tendones
Son como cables de fibras muy resistentes, que prolongan al músculo hasta su inserción en el hueso.
ANATOMÍA HUMANA
LAS PIERNAS
En este apartado haremos un recorrido por los componentes anatómicos más interesantes desde el punto de vista del ballet. Primero lo haremos de las piernas, básicas para la danza:
La pelvis, como suelo del tronco y zona y centro del equilibrio.
Huesos del miembro inferior: coxal, fémur, rótula, tibia, peroné y huesos del pie.
Huesos del pie: astrágalo, calcáneo, escafoides, cuboides, cuñas, metatarsianos, falanges.
EL TRONCO
Las que suelen realizar más variedad de movimientos. Sin embargo se baila con todo el cuerpo, y en concreto el tronco, y con él la espalda, son básicos para el control postural necesario en todo baile, y también por los movimientos que con el tronco se realizan.
LOS BRAZOS
Por supuesto los brazos, aunque tienen menos posibilidades de movimiento de forma aislada, son un acompañamiento necesario para que cada paso de baile esté equilibrado; además son una fuente de impulso para giros, desplazamientos y saltos, incluso manteniéndose fijos en una posición. Por ello no podemos dejar de conocer su composición.
Los huesos que los componen son:
La clavícula, que da estabilidad al articularse entre la escápula y el esternón.
El húmero, que es el hueso largo del brazo.
El cubito y el radio, que además de con el húmero, se articulan entre sí para permitir el giro del antebrazo.