Usa la metáfora del bricolaje en el marco de su teoría del pensamiento mítico. Según él, la creación mítica se origina en el arte del bricolaje, que se opone a la invención técnica, basada en el conocimiento científico: el universo instrumental del que hace bricolaje, contrariamente al del ingeniero, es cerrado: “Lo propio del pensamiento mítico es expresarse por medio de un repertorio cuya composición es heteróclita y que, por supuesto, es limitada; sin embargo, es necesario que este pensamiento la utilice cualquiera sea la tarea que se dé a sí mismo, pues no tiene otra cosa a mano.