Historia en el contexto Social del Ecuador

República y Nacionalidad

Cédula Real

La Audiencia y Cancillería Real de Quito (1563-1822) fue el más alto tribunal de la Corona española en los territorios de la Provincia o Presidencia de Quito, dentro del Virreinato de Nueva Granada.

El antiguo gobierno de Quito de Gonzalo Pizarro, había alargado ya su territorio, hasta Cali y Popayán por el Norte; por el Sur hasta los desiertos de Piura; y por la cuenca del río Amazonas, la exploración de Gonzalo Pizarro, el descubrimiento y exploración del río Amazonas hasta el Atlántico por Francisco de Orellana, y las fundaciones en Yaguarzongo y Bracamoros.

El rey Felipe II, en la ciudad de Guadalajara el 29 de agosto de 1563, dictó una real cédula por el cual la Gobernación de Quito de Gonzalo Pizarro es elevada a una Audiencia Real y se le señala límites. Fue inaugurada el 18 de septiembre de 1564.

Como los descubrimientos del alto río Marañón y al río Ucayali por Juan de Salinas y Loyola, dieron al antiguo gobierno de Quito una extensión nueva en la cuenca del río Amazonas. Por estas razones, el 4 de julio de 1560 los quiteños pidieron al rey de España la creación de una Audiencia en la Gobernación de Quito.

GENERALIDADES

La nacionalidad criolla precedió a la Independencia y se podía descubrir en un sentido de lealtad a la patria, una creciente conciencia de identidad y la convicción de que los americanos no eran españoles. El individuo comenzó a identificarse con un grupo y los grupos tenían algunas de las cualidades de una nación: ascendencia, lenguaje, religión, territorio, costumbres y tradiciones comunes. La conciencia nacional estaba por supuesto restringida a las elites criollas, pues las castas tenían sólo un confuso sentimiento de nacionalidad, y los indios y los negros carecían de ello por completo.

LA CONSTRUCCIÓN DEL PAÍS

En la segunda mitad del siglo XIX se advierten ciertos cambios en las sociedades hispanoamericanas que permiten distinguir una nueva etapa en su evolución histórica. En la primera mitad del siglo, los hispanoamericanos se enfrentaron al legado colonial español, lo estudiaron, lo combatieron, lo repudiaron y acabaron por reconocerlo en muchas de sus manifestaciones. A mediados de siglo, la vigencia de la vida colonial iba desapareciendo, pudiendo entonces los patriotas organizar, con menos bases, la sociedad, abordando problemas concretos.

ASPECTOS SOCIALES

La mayor parte de Hispanoamérica experimentó una tendencia demográfica alcista tras la Independencia, si bien existían diferencias regionales no siempre fáciles de explicar. Las ciudades importantes, e incluso los puertos, tuvieron un crecimiento demográfico relativamente lento, quizás un nuevo signo de las consecuencias limitadas de la nueva relación entre Hispanoamérica y la economía mundial, aunque fue el sector urbano el que atrajo a los inmigrantes europeos más cultos y especializados, que se distinguían más por su talento que por su número.

EL NUEVO ESTADO DEL SIGLO XIX

GENERALIDADES

LA MODERNIZACIÓN

ESTRUCTURA SOCIAL ECUATORIANA

El fenómeno de «modernización» tuvo lugar en diferentes países y en diversas épocas, afectando más a regiones o subregiones específicas que a países enteros. Sus resultados, por esta razón, sirvieron frecuentemente para acentuar o exagerar las diferencias entre los países del continente y las regiones dentro de ellos, poniendo aún más de relieve el relativo retraso de regiones ya atrasadas.

Al igual que Venezuela, el Ecuador buscó su identidad nacional fuera de la Gran Colombia. La experiencia política del país fue menos violenta que la venezolana, y su estructura social más convencional, dividida como estaba entre una elite blanca, un sector mestizo móvil y una amplia base india con focos localizados de población negra.

La expansión del comercio exterior y el aumento de entradas por aranceles aduaneros permitió al gobierno abolir este tributo. Sin embargo fue un arma de doble filo para las comunidades indias, pues el pago del tributo vinculaba, tradicional aunque informalmente, a una actuación recíproca por parte del Estado que garantizaría las tierras comunitarias indias. En el Ecuador, al igual que en otros países andinos, las tierras comunitarias fueron una de las víctimas de la legislación liberal del siglo XIX, y además otro indicador de las ambiguas consecuencias de la actuación liberal en las sociedades iberoamericanas.

Con la ausencia, o escasa presencia, de capital nacional para invertir en los países iberoamericanos, el nuevo incremento de la demanda de produtos agrícolas y materias primas estimuló la participación de capital británico, francés y estadounidense, para construir ferrocarriles e instalaciones portuarias que facilitasen la exportación. Anteriormente la falta de infraestructura limitó en gran medida las relaciones entre los países americanos y el exterior.

El Ecuador moderno tiene su origen socioestructural en los enfrentamientos de liberales y conservadores, de costeños de Guayaquil y serranos de Quito.

Es difícil estimar la población del país, pero se puede señalar que en 1822 había algo menos de 950.000 habitantes, que aumentaron a 1.150.000 en 1905, y que en 1920 estarían sobre 1.500.000. Las dos mayores ciudades del país, Quito y Guayaquil, apenas alcanzaban los 120.000 habitantes en 1930, aunque ya desde fechas anteriores Guayaquil presentaba una mayor población que la capital.


Resulta curioso constatar, no obstante, cómo la sierra va a concentrar en torno al 80 por 100 de la población ecuatoriana, ya desde los primeros años de vida independiente del país, mientras que será la costa la que presentará siempre un desarrollo más considerable.

EL ECUADOR EN EL SIGLO XX

GENERALIDADES

El liberalismo marca los inicios del presente siglo en el territorio ecuatoriano. Eloy Alfaro, que había accedido al poder en 1895, marcará la línea a seguir por los grupos liberales ante el conservadurismo, cuya máxima expresión había estado en la política de García Moreno.

En un intento de acercar la sierra y la costa, antagónicos en pujanza e ideas, se construye la línea férrea Quito-Guayaquil, inaugurado en 1908, aunque no se consiguen los objetivos socio-políticos previstos.

LITERATURA Y POLÍTICA

En el transcurso de la guerra de liberación encontramos una obra literaria exaltada y patriótica, que se manifiesta fundamentalmente a través de la poesía. Se escriben poemas heroicos con el fin de ensalzar a los grandes dirigentes y glorificar las victorias obtenidas. Entre los ecuatorianos destaca José Joaquín Olmeda (1780-1847) y sus dos cantos heroicos que le dan gran fama: «La Victoria de Junín», publicado en Guayaquil en 1825 y que ensalza la victoria definitiva contra los españoles, glorificando la figura del Libertador, a quien equipara con Júpiter, siendo todo él de corte Neoclásico; y «El Canto al general Flores», de menores repercusiones dada la antipatía de parte de la población hacia la figura del general venezolano

LA GUERRA DE FRONTERAS

Uno de los problemas del Ecuador, desde su formación como estado independiente, es la disputa fronteriza con sus vecinos. En cada una de las confrontaciones que ha tenido, a lo largo de su historia, ha ido dejando partes importantes del antiguo territorio que le asignó el régimen colonial, en parte basándose en los territorios controlados por los antiguos señores naturales.

En 1941 Perú se apoderó de una parte del territorio ecuatoriano amazónico, en una invasión que tuvo poca resistencia al haber un gobierno débil, el de Arroyo del Río, y se perdieron zonas potencialmente ricas en petróleo y en oro.