Los datos biológicos disponibles en la actualidad apoyan cada vez con más fuerza la convicción filosófica de que existe un nuevo ser vivo, de la especie humana, desde que se produce la fecundación; y por lo tanto, estamos ante un embrión humano de una célula, o zigoto, un nuevo ser vivo humano, individual, completo ontológicamente, en tanto que es sujeto humano en acto, y no sólo en potenci