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EL FINAL DE LA EDAD ANTIGUA EN LA PENÍNSULA IBÉRICA: - Coggle Diagram
EL FINAL DE LA EDAD ANTIGUA EN LA PENÍNSULA IBÉRICA:
El fin de la hispania romana:
La crisis del Imperio romano repercutió en Hispania. El comercio,
la artesanía y la vida urbana comenzaron a decaer. Mucha gente
se trasladó al campo para buscar alternativas de vida, como lo
demuestran la cantidad de villas construidas en esta época. Los
arqueólogos también han descubierto la apresurada construcción
de murallas en algunas ciudades, como en Barcino (actual Barce-
lona), lo que indica una mayor inseguridad entre sus habitantes.
La presencia bizantina en la península:
Mientras el Imperio romano de Occidente se desmoronaba,
el Imperio romano de Oriente, o Bizantino, seguía siendo muy
poderoso. En el siglo vi, el emperador Justiniano decidió extender
su influencia al Mediterráneo occidental y trató de reconquistar
las provincias de Baetica y Carthaginensis, que estaban bajo el
poder de los invasores bárbaros.
El reino visigodo de Toledo:
La nobleza militar germánica se unió a la antigua aristocracia
romana. Este grupo minoritario dominó a una mayoría formada
por agricultores de orígenes diversos.
• Los visigodos eran arrianos, una religión variante del cristianis-
mo; y los hispanorromanos eran católicos, fieles a Roma. La
conversión del rey visigodo Recaredo al catolicismo (589 d. C.)
contribuyó de modo decisivo a la unión de los dos pueblos.
• Los reyes visigodos también intentaron unificar Hispania, con la
ocupación de todo el territorio peninsular. Para ello tuvieron
que hacer frente a los suevos en Galicia, a los bizantinos en la
costa mediterránea, y a los cántabros y vascones en el norte.
Los monarcas visigodos eran jefes militares elegidos entre la no-
bleza, que les juraba fidelidad. Para su gobierno se apoyaban en
una asamblea de nobles, llamada Aula Regia, y en los Concilios
de Toledo, reuniones de obispos y nobles presididos por el rey.
La monarquía electiva provocaba conflictos sucesorios, lo que
acabó debilitando al reino. Esto fue aprovechado por los musul-
manes, quienes derrotaron al rey Rodrigo en la batalla de Guada-
lete (711), poniendo fin al estado visigodo.