Leer la lectura antes. Si puede ser, en voz alta y un par de veces. Leerla para entender bien el sentido, y para ver qué entonación hay que dar a cada frase, cuáles son las que hay que resaltar, dónde están los puntos y las comas, en qué palabras podríamos equivocarnos, etcétera.
Vocalizar. Esto es: subrayar cada sílaba, mover los labios y la boca, no atropellarse, no bajar el tono en los finales de frase. Sin afectación ni comedia, pero recordando que se está actuando en público, y que el público tiene que entender bien. Y una actuación en público es diferente a una conversación en la calle.
Leer con la cabeza alta. La voz resulta más clara y el tono más elevado. También así se puede mirar más fácilmente a la asamblea. Si es necesario, se puede coger el libro levantándolo, para no tener que bajar la cabeza.