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Indicadores bioquímicos - Coggle Diagram
Indicadores bioquímicos
Los indicadores bioquímicos incluyen pruebas físicas, bioquímicas, moleculares, microscópicas y de laboratorio que complementan la información obtenida con los demás indicadores y proporcionan información objetiva y cuantitativa del estado de nutrición.
Los indicadores bioquímicos permiten detectar deficiencias nutricias subclínicas (se pueden observar cambios en la reserva de algún nutrimento mucho antes de que se presenten signos clínicos y síntomas de deficiencia), y clínicas.
Los indicadores bioquímicos suelen dividirse en
dos: 1) pruebas estáticas, y 2) pruebas funcionales.
Evaluación de la función
muscular y dinamometría
La función muscular puede evaluarse estimulando con
electricidad el músculo abductor largo del pulgar de la mano. Aparentemente, la función de este músculo es representativa del funcionamiento muscular general.
Balance del nitrógeno
Las proteínas totales pueden estimarse mediante el balance del nitrógeno, que es la prueba más antigua para la evaluación de las proteínas y la única que refleja de manera sensible los cambios en las proteínas del organismo, además de que permite detectar cambios en las reservas a corto plazo.
Vitaminas y nutrimentos
inorgánicos
Los valores de las vitaminas y los nutrimentos inorgánicos suelen resultar afectados por una dieta incorrecta, pero también influyen las enfermedades y las infecciones, la cirugía y los traumas, los problemas de malabsorción intestinal, la interacción de medicamentos y nutrimentos, así como la suplementación deficiente de vitaminas y nutrimentos inorgánicos en la alimentación parenteral, etc.
La evaluación de las vitaminas y los nutrimentos inorgánicos se lleva a cabo en distintos tipos de muestra, p. ej., sangre y sus componentes, como plasma y suero, eritrocitos, leucocitos, orina, tejido adiposo, uñas y heces.
Pruebas funcionales para la evaluación de vitaminas y nutrimentos inorgánicos
Mediante las pruebas funcionales para la evaluación de vitaminas y nutrimentos inorgánicos suele evaluarse la concentración de metabolitos en la sangre o la orina, la actividad enzimática dependiente del nutrimento relacionado, pruebas in vitro de funciones in vivo, pruebas de tolerancia o suplementación in vitro, respuesta espontánea in vivo a la estimulación, etcétera.
Pruebas bioquímicas (estáticas) para la evaluación de los nutrimentos
En general se utilizan para la evaluación de proteínas, vitaminas y nutrimentos inorgánicos, así como para la evaluación de riesgos y supervisión en problemas tiroideos o cardiovasculares, o bien, en caso de diabetes.
Pruebas de evaluación
del estado proteico
Para evaluar las proteínas totales, se puede recurrir al balance del nitrógeno, además de que hay pruebas para evaluar las proteínas del organismo que, a su vez, se dividen en somáticas y viscerales.
Proteínas somáticas
El consumo de energía, aminoácidos y nitrógeno
afecta al metabolismo y, por lo tanto, a la reserva de proteínas somáticas, la cual se puede evaluar mediante dos pruebas: excreción urinaria de creatinina y excreción urinaria de 3-metil histidina.
Pruebas funcionales relacionadas
con el estado de nutrición
Según su objetivo, pueden distinguirse dos grupos de
pruebas funcionales, las bioquímicas (p. ej., función enzimática dependiente de tiamina) y las fisiológicas y de comportamiento (como funcionamiento muscular y proteína o adaptación a la oscuridad y vitamina A).
Proteína visceral
En general, la medición de las proteínas viscerales
es sencilla y exacta, sólo se requiere una muestra de sangre. Se supone que una menor concentración de proteínas viscerales en el suero sanguíneo resulta de una menor síntesis hepática, debido a la disminución del consumo de aminoácidos o de la capacidad hepática para producirlas.
Pruebas funcionales para
la evaluación de las proteínas
La evaluación de las proteínas es indirecta, midiendo la función muscular. La desnutrición energético proteica se caracteriza por pérdida de tejido muscular y cambios de función, por ejemplo, de la contractibilidad, la tasa de relajación y la resistencia musculares, inducidos por estimulación eléctrica. Estos cambios indican modificaciones de la composición del organismo y se pueden utilizar para detectar daños subclínicos.
Función inmunológica
e inmunocompetencia
No hay una prueba específica para evaluar la función inmunológica; normalmente se utiliza la cuenta total de linfocitos en sangre (porque es práctica), la cuenta de linfocitos T, la proliferación de linfocitos y la prueba de hipersensibilidad cutánea retardada (DCH, Delayed Cutaneous Hypersensitivity) mediante estímulo con antígenos.