un coche autónomo está equipado con todo tipo de sensores, láseres, radares, cámaras o incluso sónar. Todo tipo de sistemas que le ayuden a saber todo lo que tiene a su alrededor y cómo actuar en consecuencia. Además, cuentan con sistemas que permiten construir mapas de situación en tiempo real y en 360º.
A partir de ahí, el propio coche en función del destino debe ser capaz de calcular la ruta y realizar el trayecto respetando las normas de circulación, controlando la velocidad y el volante y por supuesto, la seguridad de los ocupantes, el resto de vehículos que circulan en nuestro entorno, peatones, etc