No son diez, ni veinte, sino centenares en cada casa y en la vida diaria, si incluimos los botones de mando de los controles remotos y de todos los demás artefactos, teléfonos fijos, inalámbricos y celulares, el timbre, el encendedor de la cocina, las llaves de todas las luces, los botones del ascensor, la bocina del auto y el botón que hace sonar la chicharra de pedir parada en el ómnibus.
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