La regresión del lenguaje se observa en el síndrome de Landau-Kleffners y en la regresión autista. Estudios recientes, que se centran en el lenguaje de los niños verbales en el espectro autista, enfatizan las características aberrantes de su discurso, como la elección de palabras inusuales, la inversión de pronombres, la ecolalia, el discurso incoherente, la falta de respuesta a las preguntas,
prosodia aberrante y falta de impulso para comunicarse.