Entre los años 2000 y 2020 la población mundial podría multiplicarse por 1.5. Ello significa que, potencialmente, la demanda de productos y servicios, incluidos los de turismo, tenderá a incrementarse. Sin embargo, más del 80% del crecimiento demográfico mundial esperado seguramente corresponderá a los actuales países en desarrollo. Ello podría ser no muy positivo para el turismo internacional, ya que parece poco probable que, a pesar de avances en las economías de los países menos desarrollados, los niveles de ingresos per cápita en ellos podrán alcanzar niveles que incrementen sustantivamente los viajes no necesarios.