El teocentrismo abarca todo lo que existe, incluso la razón científica, ya que todo lo explica por la voluntad divina y mística por Dios. Fue un concepto central en el pensamiento de principios de la era cristiana y la Edad Media, impuesto por los reyes católicos, hasta el período del Renacimiento, en el siglo XV, cuando se empezó a concebir a Dios como un factor pero no como causa única del mundo.