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Clase 3: El aula curiosa y el aprendizaje. - Coggle Diagram
Clase 3: El aula curiosa y el aprendizaje.
Podemos ser curiosos acerca de nuestro pasado como podemos ser curiosos sobre otras personas.
Curiosidad más experiencia igual aprendizaje.
La curiosidad puede ser uno de los ingredientes esenciales para la empatía, algo en lo que todos podemos acordar que el mundo podría utilizar un poco más en estos momentos.
La empatía es nuestra habilidad de imaginativamente proyectarnos a nosotros mismos en la experiencia de otra persona.
A menudo denominada curiosidad social, esta conducta está definida por un interés en otras personas
Una de las características de la curiosidad interpersonal parece ser el desarrollo de la empatía y la compasión.
Para ser más empáticos necesitamos ser curiosos acerca de otras personas.
Buscando comprender aquellas personas que están afuera de nuestros círculos sociales, ampliamos nuestras perspectivas de la naturaleza humana.
La curiosidad puede promover la empatía.
La curiosidad no es tan solo una parte de nuestra mentalidad individual, es vital en construir relaciones substanciales.
La neuropsicología menciona que la agresión puede ser un medio de ganar el control.
Ser curioso acerca de los otros, costumbres, experiencias y mentalidades, reduce el miedo y la frustración que llevan a la agresión.
La curiosidad interpersonal, como las otras formas de curiosidad, puede comenzar con estados de aburrimiento o para cerrar un agujero en el conocimiento.
Con la adquisición de más información, la ambigüedad se resuelve y la desemejanza se revela, causando una disminución en el agrado.
La comúnmente sostenida comprensión de la privación de conocimiento o ambigüedad es que causa incertidumbre y malestar.
Básicamente la ambigüedad no es toda mala. Si nuevos escenarios o nueva información es presentada en forma favorable, entonces incrementamos nuestro deseo a pesar de la ambigüedad.
La curiosidad no es un subconjunto de aprendizajes de algún constructo distante. Es una parte integral del aprendizaje auténtico y va mas allá de la mera adquisición cotidiana de conocimiento para una recompensa arbitraria.
Curiosidad + experiencia = aprendizaje.
Existe una frágil y complicada relación entre las experiencias desestructuradas afuera del aula y el aprendizaje.
Bajo las circunstancias adecuadas, permitir que los descubrimientos inesperados, la curiosidad y la aventura sean las fuerzas que nos guíen y puedan satisfacernos, enseñarnos y hasta tal vez hacernos más compasivos y empáticos.
Viajar y la aventura son esenciales para colocar a los alumnos en lugares en el mundo que estimulan la curiosidad, demandan experiencias y estimulan el aprendizaje.
El asombro nos lleva a experiencias que cambian nuestras percepciones del mundo y nos pueden volver más empáticos.
Es claro que la curiosidad, entre otras cosas, nos permite ponderar probabilidades y futuros alternativos de una forma que el pensamiento orientado a la tarea, más directo tal vez no lo logra.
Las personas que son perceptualmente curiosas buscan estímulos nuevos e interesantes en el mundo que los rodea, generalmente no son los mejores para sentarse quietos en un aula tomando notas, pero déjelos libres en el mundo y ellos lo asimilarán todo.
las funciones de búsqueda como las de Google generan una oportunidad para un mayor aprendizaje.
El aprendizaje tiene a la curiosidad como su punto de partida.
La curiosidad está definida por la transitoriedad, intensidad e impulsividad y puede solamente nacer de momentos de ambigüedad.
La curiosidad jamás será una característica programable. Es demasiado humana. La curiosidad es radical e imposible de duplicar mediante la inteligencia artificial.
La curiosidad es parte de la construcción de significado.