La conductividad varía dependiendo del estado en que se encuentre la materia.
En los medios líquidos, por ejemplo, dependerá de la presencia de sales (iones) en ellos, ya que se forman en su interior electrolitos que responden con facilidad a un campo eléctrico.
En cambio, los sólidos presentan una estructura atómica mucho más cerrada y con menor movimiento, así que la conductividad dependerá de la nube de electrones compartidos por bandas de valencia, la cual varía según la naturaleza atómica de la materia: los metales serán buenos conductores eléctricos y los no metales, en cambio, buenos resistentes (o aislantes, como el plástico).
Conductividad en medios líquidos:
La conductividad en medios líquidos (Disolución) está relacionada con la presencia de sales en solución, cuya disociación genera iones positivos y negativos capaces de transportar la energía eléctrica si se somete el líquido a un campo eléctrico. Estos conductores iónicos se denominan electrolitos o conductores electrolíticos. Las determinaciones de la conductividad reciben el nombre de determinaciones conductométricas y tienen muchas aplicaciones como, por ejemplo:
En la electrólisis, ya que el consumo de energía eléctrica en este proceso depende en gran medida de ella.
En los estudios de laboratorio para determinar el contenido de sales de varias soluciones durante la evaporación del agua (por ejemplo en el agua de calderas o en la producción de leche condensada).
En el estudio de las basicidades de los ácidos, puesto que pueden ser determinadas por mediciones de la conductividad.
Para determinar las solubilidades de electrólitos escasamente solubles y para hallar concentraciones de electrólitos en soluciones por titulación.
Conductividad en medios sólidos:
Según la teoría de bandas de energía en sólidos cristalinos, son materiales conductores aquellos en los que las bandas de valencia y conducción se superponen, formándose una nube de electrones libres causante de la corriente al someter al material a un campo eléctrico. Estos medios conductores se denominan conductores eléctricos. La Comisión Electrotécnica Internacional definió como patrón de la conductividad eléctrica:
Un hilo de cobre de 1 metro de longitud y un gramo de masa, que da una resistencia de 0,15388 Ω a 20 °C al que asignó una conductividad eléctrica de 100% IACS (International Annealed Cooper Standard, Estándar Internacional de Cobre no Aleado). A toda aleación de cobre con una conductividad mayor que 100% IACS se le denomina de alta conductividad (H.C. por sus siglas inglesas).
Conductividad de los metales:
Los metales son en línea general excelentes conductores eléctricos. Esto se debe a que los átomos de este tipo se juntan en enlaces metálicos, para los cuales resulta indispensable sacrificar electrones de la capa externa (capa de valencia). Estos electrones permanecen alrededor del metal como una nube, desplazándose alrededor de los núcleos atómicos estrechamente unidos, y son ellos los que permiten el flujo eléctrico.
Así, al aplicar el metal a un campo eléctrico, los electrones fluyen libremente de un extremo a otro del metal, tal y como ocurre también con el calor, del cual son a la vez buenos transmisores. Por eso se emplea el cobre y otros metales en el tendido eléctrico y en los dispositivos electrónicos.