Se realiza una excavación del lugar, teniendo en cuenta lo determinado en la metodología. Esto, con el fin de establecer un marco histórico al hallazgo, y, para hallar otros objetos, artefactos o eco factos que contextualicen de una manera más clara el sitio. Así pues, "no se trata de excavar en área, sino simplemente de conocer la realidad estratigráfica. Es decir, lo que interesa, de momento, es encajar el tesoro en un determinado horizonte arqueológico" (Delibes, 1985, pg.22)