En una segunda fase, uno o dos meses después de la desaparición de las úlceras, aparecen erupciones cutáneas en el cuerpo, en el interior de la boca, palmas de la mano y plantas de los pies, dolor de cabeza, fiebre, malestar general, inflamación de ganglios linfáticos, dolores musculares, pérdida de peso, pérdida de cabello.