El acceso de banda ancha a Internet requiere de la capacidad de procesamiento de datos digital, lo que significa que la información analógica se convierte en digital (codificación) y, en algunos casos, se comprime para ocupar menos ancho de banda. Así, la voz (VoIP), los datos y el vídeo pueden viajar por las redes en forma de bits y tener un tratamiento similar, independiente de cual sea la fuente de información, con transporte y enrutamiento realizado por los mismos equipos. Al final, será el equipo de usuario, en recepción, el que decodifique y vuelva la señal a su formato original. Las tecnologías que hacen posible el acceso de banda ancha a Internet transmiten estos bits mucho más rápido que las conexiones tradicionales por la red telefónica.