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Etapa simbiótica Etapa de separación-individuación Etapa de…
Etapa simbiótica
Etapa de separación-individuación
Etapa de identificación
Etapa escolar
Etapa de identificación
Cada fase del proceso evolutivo marca la personalidad con características especiales.
Es entonces cuando se repiten modos de funcionamiento de las primeras etapas de la vida; reaparecen los objetos de amor y odio del pasado.
Hacia el final de la adolescencia, las representaciones del self y del objeto adquieren límites firmes
El resultado exitoso del proceso de separación-individuación es el logro de la constancia objetal, y de un sentimiento de identidad que incluya la conciencia del propio sexo
Muchas de las conductas lúdicas de los lactantes están destinadas a promover la diferenciación y la integración de la imagen corporal. Pertenecen a este grupo de actividades la autolibidinización afectivo-motriz de las distintas partes del cuerpo y los juegos que ayudan al pequeño a diferenciar su imagen corporal de la del objeto. Así también, en la subfase de ejercitación, las caídas y tropiezos facilitan la delineación de la imagen corporal.
La identidad sexual que, según Mahler, depende de:
a. La integración de las fases pregenitales, la estratificación de la libidinización zonal y la neutralización de los impulsos libidinales y agresivos.
b. La identificación exitosa con la figura parental del mismo sexo.
c. La actitud de ambos padres hacia la identidad sexual del niño.
d. La capacidad yoica para organizar recuerdos, ideas y sentimientos, y catectizar la representación del self.
Margaret Mahler nació en Viena en 1897. Cuando era pediatra, realizó sus primeras observaciones sobre la interacción madre-hijo. En esa época participó en los seminarios sobre análisis de niños que dictó Anna Freud. En 1940, se abocó al estudio de lo que llamó "simbiosis" en las patologías severas de la temprana infancia, y luego extendió su trabajo al desarrollo normal de la relación en la díada madre-infante.
Su obra continúa el trabajo de Freud sobre el desarrollo
libidinal y los estudios de Spitz sobre el psiquismo temprano.
Los aportes originales de Mahler son la postulación de un período de simbiosis madre-hijo y la descripción detallada de la fase de separación-individuación con las consecuencias que puede tener para el psiquismo el éxito o fracaso de este proceso.
Mahler sostiene que las relaciones de objeto se desarrollan a partir de la unidad dual madre-hijo, que es la fase normal de la simbiosis humana. Toma de la biología el término simbiosis para describir el estado de fusión, indiferenciación y total dependencia que el lactante tiene con la madre.
Lo usa con dos referentes:
Denota la relación madre-infante y las conductas de ambos.
Es un hecho intrapsíquico, una fantasía para la que no es necesaria la presencia materna.
Etapa simbiótica
La característica esencial de la simbiosis es la ilusión de fusión somatopsíquica con la representación de la madre y especialmente la ilusión de un límite común entre dos individuos distintos. Esta ilusión se conserva en los casos de pérdida de identidad y de desorganización psicótica.
El infante humano, al nacer, tiene un aparato psíquico incapaz de dominar el incremento de la tensión. Con una dependencia absoluta de su madre. 2. Las relaciones objetales tempranas son fundantes del desarrollo posterior.
El nacimiento biológico es un hecho puntual, el nacimiento psicológico es un lento proceso intrapsíquico que no coincide con el primero. El crecimiento en el campo psíquico, que es más lento que la maduración física, permite al infante salir de la simbiosis. Este proceso es facilitado por el desarrollo autónomo del yo y por los mecanismos de identificación.
Su descripción del niño inmerso en una fusión simbiótica y de su gradual desprendimiento hasta lograr un self independiente provee una imagen del niño como una criatura que tiene que reconciliar sus deseos de conseguir una existencia autónoma con la igualmente poderosa necesidad de rendirse y volver a sumergirse en la fusión de la que salió.
Etapa separación-individuación
Mahler focalizó su estudio en niños desde los 4 o 5 meses, momento en que comienza la fase de separación-individuación, describe dos fases precursoras, la autística y la simbiótica
Fase autista normal
Durante las dos primeras semanas de vida, el recién nacido duerme la mayor parte del tiempo y parece ajeno a todos los estímulos. Está en un estado crepuscular, como encerrado en sí mismo, alejado de toda la realidad externa.
El aparato psíquico primitivo está constituido por un yo-ello indiferenciado, catectizado con una mezcla también indiferenciada de libido y agresión. No existe diferencia yo-no yo, la catexia libidinal refuerza la barrera protectora frente a los estímulos y protege a este yo rudimentario de la tensión traumática. Los canales de comunicación con el mundo externo todavía no funcionan porque los órganos sensoriales están decatectizados
Al neonato sólo le preocupa la satisfacción de sus necesidades y la reducción de la tensión. Se rige por la satisfacción alucinatoria de deseos, todavía no puede buscar fuentes de satisfacción en el mundo externo. Ésta es la etapa del narcisismo primario absoluto, no hay objeto externo.
La fase simbiótica normal
Desde el punto de vista del hijo, no existen diferencias entre él y la madre. Se comporta como si ambos constituyeran una unidad, un sistema omnipotente. Cuando la madre lo tiene en los brazos, se puede observar cómo el bebé se amolda al cuerpo de ella. Los cuidados maternos facilitan el desplazamiento progresivo de la libido desde el interior del cuerpo hacia la periferia. Alrededor del cuarto mes, tiene lugar una crisis madurativa.
El placer que se obtiene a través de sensaciones propioceptivas y de contacto perceptual es el resultado
de sentirse seguro en la simbiosis. Entre el lactante y la madre existe un proceso de interacción circular que Mahler llama "señalamiento
mutuo". Cada uno interpreta en forma empática las señales que el otro emite. Así la madre sabe
entender qué significan los distintos llantos del bebé. Éste, a su vez, inconscientemente, sabe cómo se siente la madre.
La conducta de sostenimiento de la madre es fundamental para el buen anclaje del bebé en la órbita simbiótica. En ausencia de un yo bien estructurado, la madre sustituye sus funciones, filtrando y amortiguando el impacto de los estímulos tanto internos como externos. Sin esta protección, el lactante se sentiría abrumado por los estímulos. El fracaso de esta función materna de protección es una de las causas de las psicosis infantiles.
Etapa escolar
Si el desarrollo afectivo ha trascurrido con normalidad, podemos decir que el niño "ha zanjado una etapa que le permite sentirse una pequeña personita con autosuficiencia motriz, lingüística y sobre todo con un mundo interno con representaciones, escenarios y símbolos, que van adquiriendo mayor consistencia en la medida que juega y sueña, despierto y dormido".
El descubrimiento de la diferencia de los sexos se va a manifestar en el niño como un interés y curiosidad por las diferencias de género (genitales, fuerza física, vestimenta, etc.). La toma de conciencia de que los padres participan de una relación de la que él está excluido le llevará a tratar de separarles "metiéndose en medio"
La realidad hace al niño renunciar a sus deseos edípicos. El papel de los padres es fundamental para facilitar la salida de esta fase pudiendo tolerar la exclusión. La ayuda de los padres, además de su presencia tranquilizadora y de sus intercambios afectuosos, consiste en preservar la vida íntima de la pareja en la inaccesibilidad al conocimiento y al control por parte de los hijos.
El proceso que concluye con la aceptación de "un tercero" y que acaba con la creencia de exclusividad en las relaciones afectivas con sus progenitores es fundamental en la estructuración adecuada de la personalidad. El principio de realidad ya se ha impuesto al principio de placer, el pensamiento mágico y los deseos omnipotentes se someten poco a poco a la "tozuda" realidad; de esta forma, el niño puede afrontar, entre otras cosas, la imposición que supone la introducción al mundo de la cultura, los aprendizajes reglados.