En Colombia, apenas iniciado el S. XX empezó a aparecer la clase obrera de la mano de la construcción de ferrocarriles, la construcción de acueductos y demás obras públicas que se empezaron a adelantar. Al respecto, Gustavo Triana precisó: “No solamente entramos tarde al desarrollo, sino que lo hicimos amarrados a la dominación imperialista”, hablando de un contexto del predominio del capital financiero, los monopolios y con eso la modernización del país a través de empréstitos, concesiones y la llegada de multinacionales.