Conocimiento de programas, técnicas y estrategias, de recursos y alternativas sociales y educativos, e, incluso, de otros profesionales, que faciliten la consecución del tercero de los objetivos de la Evaluación Psicopedagógica: la prescripción de planes y programas específicos para cada tarea, alumno, maestro, centro, familia y contexto social y cultural, de modo que se alcance la desaparición de las dificultades y sus consecuencias escolares.