Please enable JavaScript.
Coggle requires JavaScript to display documents.
SENTIDO CRISTIANO DE LA MUERTE Y DEL DOLOR - Coggle Diagram
SENTIDO CRISTIANO DE LA MUERTE Y DEL DOLOR
EL SUFRIMIENTO NO ES REDENTOR
La redención no pudo ser por el sufrimiento, sino por el amor; aunque fuera en el sufrimiento.
En este sentido podamos decir que "sus heridas nos curaron".
Lo que faltaba en el mundo no era dolor, sino
amor.
“No hay otra manera de desatar lo que ha
sido atado que volver a pasar en sentido inverso la cuerda que formó el nudo”.
Si el pecado se reduce siempre a una pérdida de amor, la redención necesariamente tiene que ser lo
contrario.
El daño de Dios fue el daño del hombre, y por eso su
satisfacción es simplemente la restauración del bien en el corazón humano.
Cristo injertó semilla divina en nuestra tierra humana.
Cristo “se hizo hombre para hacernos dioses”.
NO DEBE BUSCARSE EL SUFRIMIENTO
La historia de la iglesia nos ha hablado de muchos penitentes.
Estas prácticas encontraban su fundamentación última en la convicción de que el sufrimiento
tiene un valor redentor.
Ahora será necesario replantear todo desde la perspectiva de que
únicamente el amor redime.
“ningún acto de virtud
puede ser grande si no se sigue también provecho para los otros”.
si no hago bien
a los otros, no hago nada grande.
una vida comprometida al servicio de reino de Dios tiene ya suficientes sufrimientos como para no necesitar buscar un plus de dolor.
Ese sufrimiento, y no el que nos
procuramos nosotros mismos, es la cruz que cada uno debe tomar para seguir a Cristo
También es necesario revisar el concepto de mérito que predomina entre los creyentes.
Un acto no es más meritorio porque nos cueste más, sino porque lo hacemos con mayor amor
DIOS NO CREA EL DOLOR
Atribuimos fácilmente a Dios cualquier desgracia que padece el hombre inconscientemente.
“Dios aprieta, pero no ahoga”.
“Dios hace sufrir a los que ama”
Dios no está con quien produce el dolor, sino con quien lo padece.
El amor de Dios no nos protegerá de todo sufrimiento, pero nos
protege en todo sufrimiento.
¿Por qué no nos protege también del dolor?
El recurso al milagro no tendría límite
Acabaríamos exigiendo que el mundo fuera un milagro
continuo;
Dios jugaría a las marionetas con sus criaturas privadas de
libertad e iniciativa.
A pesar de todo, cuando el dolor llega el hombre sigue pensando
que no debería ser así.