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Una década de incertidumbre 4 - Coggle Diagram
Una década de
incertidumbre 4
El exilio en Wartburgo
Un grupo de hombres armados, bajo instrucciones de Federico, había secuestrado al fraile y lo
había llevado a Wartburgo.
Lutero se dejó crecer la barba, les escribió a algunos de sus colaboradores más cercanos
diciéndoles que no temieran por su paradero, y se dedicó a escribir
De todas sus obras de ese período, ninguna es tan
importante como la traducción de la Biblia. El Nuevo Testamento, comenzado en fue terminado dos años más tarde, y el Antiguo le tomó diez.
Pero la importancia de aquella obra bien valía el tiempo empleado en ella, pues la Biblia
de Lutero,además de darle nuevo ímpetu al movimiento reformador, le dio forma al idioma y por tanto a la nacionalidad
alemana.
Muchos monjes y monjas dejaron sus monasterios y se casaron. Se simplificó
el culto, y se empezó a usar en él alemán en vez de latín.
Se abolieron las misas por los muertos. Se cancelaron los
días de ayuno y abstinencia. Melanchthon empezó a ofrecer la comunión en ambas especies
Cuando Carlstadt y varios de sus seguidores se dedicaron a derribar imágenes, Lutero les aconsejó
moderación.
Las circunstancias políticas
Carlos V estaba decidido a arrancar de raíz la “herejía” luterana. Pero por lo pronto se veía amenazado por otros enemigos
más poderosos
El gran enemigo de Carlos V era Francisco I de Francia. Este rey, que al principio de su reinado había sido sin lugar a
dudas el monarca más poderoso de Europa
En el entretanto, solamente unos meses después de la dieta de Worms, León X había muerto, y Carlos V había
hecho elegir papa a su tutor Adriano de Utrecht, quien tomó el nombre de Adriano VI.
Su sucesor, Clemente VII,
era un hombre muy parecido a León X, más interesado en el arte y en la política italiana que en los asuntos de la iglesia.
Carlos V firmó en Madrid un tratado de paz con su prisionero Francisco, y a base de ese tratado le devolvió la libertad
En el 1527 las tropas imperiales, compuestas mayormente de españoles y alemanes, invadieron Italia y se dirigieron
hacia Roma.
La ciudad pontificia estaba indefensa, y el Papa tuvo que refugiarse en el castillo de San Angel mientras los
invasores saqueaban la ciudad
Puesto que muchos de éstos eran luteranos
Por fin Carlos V parecía estar libre para enfrentarse al luteranismo, cuando una nueva amenaza lo obligó a postergar
esa acción una vez más
Fue entonces cuando, tras larga ausencia, Carlos V regresó a Alemania. Uno de sus principales proyectos era aplastar
el luteranismo.
Las rebeliones de los nobles y de los campesinos
Durante largo tiempo
esa clase había visto eclipsarse su fortuna, y muchos de sus miembros culpaban de ello a Roma
En esta nueva rebelión, un factor vino a añadirse a las demandas económicas de los campesinos. Ese nuevo factor
fue la predicación de los reformadores.
Aunque el propio Lutero no creía que su predicación debía ser aplicada en términos
políticos, hubo muchos que no estuvieron de acuerdo con él en este punto.
En todo caso, Lutero no sabía cómo responder a esa nueva situación. Posiblemente su doctrina de los dos reinos le
hacía más difícil saber qué hacer.
Después, cuando la rebelión fue ahogada en sangre, el Reformador conminó a los príncipes para que tuvieran misericordia
de los vencidos.
Pero sus palabras no fueron escuchadas, y se calcula que más de 100.000 campesinos fueron
muertos.
Las consecuencias de todo esto fueron también funestas para la causa de la Reforma. Los príncipes católicos culparon
al luteranismo de la rebelión
y a partir de entonces prohibieron todo intento de predicar la reforma en sus territorios.
En cuanto a los campesinos, muchos de ellos abandonaron el luteranismo, y regresaron a la vieja fe o se hicieron anabaptistas.
La ruptura con Erasmo
Erasmo había sido siempre buen católico, aunque se dolía de la ignorancia
y corrupción del clero.
En lugar de atacar a Lutero en lo que se refería a las indulgencias, el sacrificio de la misa, o la autoridad del papa,
Erasmo escogió como campo de batalla la cuestión del libre albedrío
Lutero respondió con su vehemencia característica, aunque le agradecía a Erasmo el haber centrado la polémica sobre
un punto fundamental
Esa controversia entre Lutero y Erasmo con respecto al libre albedrío hizo que muchos humanistas abandonaran la
causa luterana
Pero éstos eran los menos, y por tanto puede decirse que la polémica sobre el libre albedrío marcó la
ruptura definitiva entre la reforma luterana y la humanista.
Las dietas del Imperio
Carlos V había tenido que ausentarse inmediatamente después de la dieta de Worms, y puesto que el edicto de esa dieta
había sido obra suya, la Cámara Imperial que gobernaba en su lugar no trató de aplicarlo.
En 1526, cuando Carlos V se veía obligado a enfrentarse a la vez al Papa y al Rey de Francia, la dieta de Spira declaró
que, dadas las nuevas circunstancias, el edicto de Worms no era válido,
En 1529, la segunda dieta de Spira siguió un curso muy distinto. En aquel momento el Emperador era más poderoso,
y varios príncipes que antes habían sido moderados se pasaron al bando católico.
Fue entonces cuando los príncipes luteranos protestaron formalmente, y por ello a partir de ese momento se les empezó
a llamar “protestantes’.
La Liga de Esmalcalda
Una vez más, el protestantismo estaba amenazado de muerte. Si el Emperador unía sus recursos españoles a los de
los príncipes alemanes católicos
Tras largas vacilaciones, Lutero llegó a la conclusión de que era lícito tomar las armas en defensa propia
contra el Emperador.
Los territorios protestantes formaron entonces la Liga de Esmalcalda, cuyo propósito era ofrecer
resistencia al edicto imperial, si Carlos V se decidía a imponerlo por las almas
Se comenzaron por tanto las negociaciones entre protestantes y católicos, y se
llegó por fin a la paz de Nuremberg, firmada en 1532.
Como antes, las condiciones políticas habían obrado en pro del protestantismo, que continuaba extendiéndose hacia
nuevos territorios, aun a pesar de lo acordado en Nuremberg