El alumno debe comprometerse a participar en todo aquello que el mediador diseñe para él para adquirir los conocimientos necesarios para actuar en la realidad. Deben ser reconocidos y acompañados, porque es un ser con capacidades potenciales de aprendizaje, por lo que hay que adentrar al mundo del aprendiz, acercarse y valorar sus capacidades; cada alumno cuenta con una disposición personal, habilidades, actitudes y valores que le ayudaran a aprender, por lo que hay que conocerlo desde un principio.