• Motivación de descanso. La búsqueda de la satisfacción de esta necesidad nos lleva desde el uso de camas, ventanas aislantes, o actividades de descanso, donde puede incluirse el ocio y el turismo, hasta la compra de camisas de algodón que no se arrugan. Pierre Clarence, una marca de camisas del grupo francés Rousseau encontró la solución para que todo el tiempo que se destina a planchar el algodón se transforme en tiempo libre lanzando al mercado camisas de algodón con todas las propiedades del nylon y que, además, no se arrugan. Y es que, partiendo de una media de cinco camisas por hogar y de doce minutos de planchado semanal por unidad, situación que se repite en 18.611.000 hogares franceses, sólo en Francia se llegan a perder un billón de horas.