El investigador Peter Savolanein (Real Instituto de Tecnología, Estocolmo) encabezo un grupo que estudio el ADN mitocondrial de 38 lobos y más de 500 perros de todo el mundo, concluyendo que la aparición del Canis Familiaris se dio hace 15000 años en Asia, al este de los montes Urales. Pero más allá del cuándo, la conclusión a la que se llego fue que el Canis Lupus (lobo) evoluciono hacia el Canis Lupus Familiaris (perro). Esto ha provocado un cambio en las creencias de los científicos, los cuales consideraban ambas especies distintas y separadas llamando al perro Canis Familiaris, tras el estudio lo consideran que una subespecie del Canis Lupus, pasando a llamarse Canis Lupus Familiaris. Estos análisis de ADN mostraron diferencias genéticas entre lobo y perro hace unos 100.000 años a.c., aunque no existen fósiles que indiquen más de 12.000 a.C. Esto indica que los hombres nómadas tuvieron relación con lobos domésticos sin que estos sufrieran cambios morfológicos que fueran apreciables en fósiles, sin embargo, sí se han encontrado lobos enterrados con humanos primitivos que indican cuando se produjeron las diferencias genéticas.