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La autonomía en el entorno, La comunidad - Coggle Diagram
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La comunidad
Al espacio entorno nos referimos a su tribu, la comunidad y los medios de comunicación.
La tribu
Cuando son pequeños, su contacto con sus iguales se desarrolla en espacios como la escuela infantil, o en espacios de recreo, como los parques infantiles.
Psicólogos y educadores coinciden en que el periodo de los 6 a 8 años, a partir de esa edad quieren compartir con otros niños y niñas.
La amistad es un valor que requiere esfuerzo y constancia y, por ello, requiere tiempo para que se consolide.
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A medida que los niños y niñas van creciendo, va aumentando la importancia que tienen sentido dentro de un grupo.
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Los padres y madres nos preocupamos porque en la etapa adolescente sentimos que están lejos de nosotros.
Tenemos que comprender que quieran compartir con otros chicos y chicas de su edad cosas que no quieren hacer con nosotros.
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Los niños y niños aprenden a ser autónomos a través de las actividades y habilidades que desarrollan en la familia, la escuela o en su entorno.
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Las personas necesitamos sentirnos aceptadas en un grupo social. A veces, requiere tener un determinado nivel de vida, una manera concreta de actuar, vestir ciertas marcas, frecuentar ciertos espacios.
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Debemos ser críticos con el actual modelo social, e inculcar en ellos ese espíritu y esa actitud crítica que les permita no dejarse arrollar por el consumismo imperante.
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El barrio es para muchos niños y niñas un gran agente socializador, puesto que allí pasan muchas horas relacionándose con sus iguales.
Cuando los niños son pequeños y empiezan a tomar solos contacto con el barrio y la calle, les proporcionará seguridad y les hará sentirse personas importantes.
Se puede empezar a favorecer que salgan solos a la calle con pequeñas acciones cómo bajar, la basura ir a la casa de un vecino, o ir a comprar el pan.
A medida que los niños y niñas vayan creciendo Irán reclamando su autonomía, ya sea para ir solos al colegio, y solos algún parque o ir a la casa de algún amigo o amiga.
Nosotros como padres y madres tenemos que confiar en nuestros hijos e hijas, facilitarles ayudarles para que se sepan mover por el barrio de forma autónoma y hacerle saber los peligros que se pueden encontrar.
En la adolescencia ya empieza a demandar salir por las noches, incluso hasta altas horas de la madrugada.
Esa salida son especiales para ellos porque cambian la forma de relacionarse, en las que conocen a gente nueva, escuchar música y se sienten totalmente desinhibidos.
Es necesario establecer límites con los horarios y las consecuencias que generan en el caso de no cumplirlas.
Hablar con nuestros hijos sobre consumo de alcohol y otras drogas, así como de sexualidad es muy importante.