I. El planteamiento curricular: Como expresan los Fines de la Educación, el egresado de la educación obligatoria debe expresarse correctamente –oralmente y por escrito– con confianza, eficacia y asertividad, tanto en español como en una lengua indígena, en caso de hablarla, y en inglés. Debe emplear el pensamiento hipotético, lógico y matemático para formular y resolver problemas, además de ser competente y responsable en el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación. Debe también cuidar su salud física y mental, orientarse a partir de valores y ser empático al relacionarse con otras personas y culturas, entre otros rasgos.
II. La Escuela al Centro del Sistema Educativo: Una de las principales preocupaciones de las escuelas de todo el país es que la carga burocrática y administrativa les ha impedido enfocarse en el trabajo pedagógico y generar ambientes propicios para el aprendizaje. Además, la falta de conocimiento de la realidad a la que se enfrentan los planteles había dado como resultado que las decisiones de política pública se tomaran en desconexión con lo que sucede en su entorno cotidiano
III. Formación y desarrollo profesional docente Para lograr el cambio de paradigma que propone el Modelo Educativo es preciso fortalecer la labor docente. Son los maestros quienes guían e inspiran a los alumnos. Bajo el Modelo, los docentes son profesionales que generan ambientes de aprendizaje incluyentes, comprometidos con la mejora constante de su práctica y capaces de adaptar el currículo a las necesidades y contextos de sus alumnos.
IV. Inclusión y equidad: El Modelo Educativo tiene el objetivo de que todos los niños, niñas y jóvenes, independientemente de su género, origen, lengua, contexto o discapacidad, tengan la misma oportunidad de ejercer su derecho a una educación de calidad, como lo establece la Constitución.
V. La gobernanza del sistema educativo: Por último, el Modelo reconoce que cada uno de los actores involucrados en la educación tiene una importante responsabilidad como son el gobierno federal, el Poder Legislativo, las autoridades educativas locales, el INEE, el magisterio, los padres de familia y la sociedad civil.