Él es el auténtico protagonista de la novela, como un muchacho monstruoso, de un salvajismo y una crueldad sin límites, porque el narrador nos oculta incluso que él es también la voz anónima, sensible y atemorizada, sin embargo él intentar salvar a Gamboa, intente sacrificarse acusándose de un crimen del que es inocente; nos conmueve su lealtad a Teresa, su lealtad al flaco Higueras, su lealtad vengativa y hasta el fin a sus compañeros del Leoncio Prado, su feroz lealtad a una ética caducada del honor y la venganza, caducada y por ello mismo monstruosa.