El dinero como mercancía apareció de muchas diversas maneras. Las mercancías eran utilizadas como dinero al ser generalmente apreciadas por algún grupo social, por su alto valor de uso o por su escasez.
Estas características hicieron que los metales preciosos -oro, plata y cobre se usaran como dinero. El uso de los metales preciosos provocó nuevas situaciones, ya que los comerciantes se veían obligados a verificar que las monedas entregadas eran auténticas y no simples aleaciones de otros metales, así como que su peso era el establecido. De esta manera las instituciones iniciaron la emisión de monedas acuñadas: para tratar de garantizar su valor.
En la Edad Media los orfebres tenían buenos sistemas de seguridad. La gente les entregaba su oro y ellos emitían unos certificados que garantizaban la devolución del mismo en el momento en que se les pidiera.
Con el tiempo se fue generalizando la costumbre de pagar las compras con estos cómodos recibos en lugar de transportar el oro y , en el siglo XVII surgieron los primeros bancos, que sustituyeron a los orfebres. Los certificados que se entregaban a cambio del oro se convirtieron en billetes de banco.
Así surgió el dinero papel, el medio de pago cuyo valor como dinero es superior al costo de producción.