Fue un dictador por siete años, dejando incontables denuncias de atentados contra los Derechos Humanos. Contrajo una de las deudas externas más grandes que hubiera tenido Bolivia y su gobierno perpetró los actos de corrupción muy sonados.
Su gobierno participó en el Plan Cóndor; operativo de represión antiizquierdista, instrumentado por los gobiernos militares de Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Chile y Bolivia, hasta el Perú de Francisco Morales en los años 70.