Se sublevan algunos centenares de indios en la Sierra, instigados por Abraham González. Surgen otros jefes del movimiento como: Pascual Orozco, José de la Luz Blanco y Guillermo Baca, todos trabajadores que sufren injusticias. Debido a estas rebeliones y levantamientos, Díaz trata de mantener el orden mediante el terror, suspendiendo algunas garantías individuales, por lo que las cárceles se llenaron de reos políticos.
Díaz realiza una entrevista con el estadounidense James Creelman, del Pearson´s Magazine, en el que considera que el país estaba maduro para la vida democrática, invita a que se organizan partidos políticos y anuncia que no se reelegiría en 1910. La consecuencia de la entrevista fue darle ánimos al movimiento.
El movimiento continúa con la toma de la Ciudad Juárez por Francisco Villa y Pascual Orozco. Logrando que se firmen “Los tratados de la ciudad Juárez”.