Aparecen depósitos de lípidos en la zona subcutánea. Además, ocurre que las glándulas sebáceas genera una sustancia llamada vérnix, la cual ayuda de manera importante a la protección del feto. Hay que recordar que este último debe prepararse para el alumbramiento, es decir la salida del vientre de su madre. Ya en este momento, el feto llega a pesar entre 2 y 4 kilos. Además, su tamaño superan los 50 centímetros. Curiosamente, al acercarse el noveno mes la cabeza si agranda en cuanto a su circunferencia al cada año. Esto se hace para que la misma pueda pasar con comodidad a través del canal del parto. Faltando una semana para el nacimiento, el feto consume líquido amniótico por su propia cuenta. Incluso, es posible que aparezcan sus primeras evacuaciones con aspecto negruzco y bastante pegajoso. Posteriormente, se aprecia que el feto empieza a girar quedando de cabeza para poder salir durante el alumbramiento.