DOCTRINARIOLa libertad no es un objeto; no es algo constituido y dado, preexistente a sus sujetos, ni condición nativa de sus titulares, porque es el hombre, al hacerse persona, el que a sí mismo se hace libre, dueño de sí, capaz de disponer de sí. Y, porque la libertad no es cosa externa al hombre, que éste pueda observar o apreciar como objeto de conocimiento, es algo que se vive, es una vivencia nuestra, en nosotros, una realidad existencial, de nuestro existir. Hecha al vivir y, por tanto, siempre haciéndose, inconclusa. De ahí la caracterización del hombre transcrita atrás, que lo entiende como ser nacido para hacerse persona.