De acuerdo con lo expuesto hasta el momento, « no es exagerado decir que el rendimiento y la competitividad de la empresa emanan, en gran medida, de los correspondientes a las actividades de su sistema productivo» , ya que, en efecto, según ya ha sido expuesto, el valor añadido , objetivo básico de la empresa, se genera inicialmente en el sistema productivo y todo aumento del mismo redunda necesariamente en una mayor competitividad para la empresa.