Por su parte, la Primera Guerra Mundial y la Revolución Soviética fomentaron las esperanzas en un régimen económico diferente para el proletariado. Tras los años 1920, época de desarrollo y prosperidad económica conocida como los años locos, vendría el gran desastre de la bolsa de Wall Street y volvería una época de recesión y conflictos que, unidos a las difíciles condiciones impuestas a los vencidos de la Gran Guerra, provocarían la gestación de los sistemas totalitarios que conducirán a la Segunda Guerra Mundial. Crisis que desencadenó la Primera Guerra Mundial, y luego, en la evidencia de los límites del sistema capitalista. Así se dieron los primeros pasos de la vanguardia, aunque el momento de explosión definitiva coincidió, lógicamente, con la Primera Guerra Mundial, con la conciencia del absurdo sacrificio que esta significaba, y con la promesa de una vida diferente alentada por el triunfo de la revolución socialista en Rusia.