El padre que tiene actitudes hostiles, principalmente no acepta al niño, no suele darle afecto,comprensión o explicación y tiende a utilizar con frecuencia el castigo físico, incluso puede utilizar otras modalidades de agresión como insultar al niño por no hacer adecuadamente las cosas, o cuando se compara con el hermano o amigo, etc. Pasado el tiempo esta combinación produce niños rebeldes, irresponsables y agresivos.