Discrecionales: Son aquellos que pueden llegar a reducirse sin que la producción de la empresa cambie. Las empresas son más flexibles sobre estos. Por ejemplo, publicidad, alquileres, etc. Comprometidos: Aquellos que no están propensos a sufrir modificaciones, ya que si lo harían, la producción se vería afectada. Por ejemplo, salarios profesionales, seguros, impuestos, etc.