Esta lectura me pareció muy interesante porque se relaciona con el existencialismo. Frankl (1981) menciona que todas las personas tenemos un sentido en la vida, es decir, como una misión asignada para cada uno que tenemos que cumplir. Sin embargo, yo no lo vi en el sentido metafísico, sino que a través de las metas individuales que nos vamos proponiendo podemos crecer como seres humanos y, relacionándose con las ideas de Maslow, llegar a la autorrealización (la cual es un proceso gradual).
De igual manera, leer este texto me sirvió no sólo para entrar en contacto con conceptos dentro de la Teoría Humanista, sino también para una reflexión individual. En primer lugar me parece muy importante, como lo menciona Frankl (1981), considerar al otro ser humano como un individuo con su propia historia, libertad, sentimientos y gustos. Todos tienen un potencial para lograr su meta personal, pero para encaminarse a lograrla es necesario primero definirla.
Por otra parte, de manera individual, me puse a reflexionar sobre cuál podría ser mi sentido de la vida. Consideré aspectos sobre a qué me quiero encaminar, qué quiero lograr, hasta dónde quiero llegar… Me parece fundamental, de igual manera, poner énfasis en que no pienso que las personas sólo tengamos una meta en la vida, sino que habrán una gran cantidad de cosas que nos mueven todos los días.
También me pareció importante qué posición toma Frankl (1981) para el sufrimiento. No sólo es una serie de sentimientos que se deben de cancelar sólo porque producen malestar. Concuerdo con el autor en que se debe de ver como una oportunidad de crecimiento, lo que nos permite movernos para lograr metas. Por esta razón, la paradoja es importante debido a que nos permite encontrarle otro sentido a las cosas y así no inmovilizarnos por el dolor emocional.